La cafeína es uno de los estimulantes más utilizados en el mundo con un consumo, promedio en España de aproximadamente 2 tazas de café 200 mg por día.
Muchos de nosotros tomamos café para ayudarnos durante la jornada laboral, además de que es muy común el uso de la cafeína y la cultura del ciclismo, la pregunta es:
Si bien no ha habido muchas dudas sobre la efectividad de la cafeína para los atletas de resistencia, una de las principales teorías es que la cafeína afecta el cerebro y el sistema nervioso central.
Aumentando el estado de alerta y el enfoque y modulando la fatiga central, también se ha demostrado que la cafeína aumenta la utilización de la grasa al trabajar los músculos ahorrando así el glucógeno muscular.
Esa inhibe la liberación de insulina, induciendo el uso de grasas como combustible para el músculo, este efecto suele pasar en esfuerzos de 30 minutos en adelante.
Una vez que consumo de cafeína se absorbe rápidamente, y alcanzó su nivel más alto en el torrente sanguíneo de una a dos horas, y puede permanecer en tu sistema durante varias horas.
Por lo que la mayoría de las investigaciones sugieren ingerir cafeína unos 60 minutos antes de un evento, en general la cafeína es efectiva en la mejora del rendimiento deportivo cuando se consume a dosis bajas moderadas.
La dosis recomendada seria entre 3 y 6 miligramos de cafeína por kilogramos de peso, la cafeína podría ayudar a mejorar tu recuperación.
En un estudio con ciclistas se comparó el efecto de ingerir carbohidratos solo, versus la ingesta de carbohidratos, los resultados de muestras de sangre y biopsias de los músculos demostraron que aunque la resíntesis de glucógeno fue similar durante la primera hora, al término de las 4 horas el grupo que consumió cafeína logro una resintesis 66 % superior.
Los participantes consumieron 8 mg de cafeína por kilogramo de masa corporal durante las 4 horas posteriores al entrenamiento.
Sin embargo en carreras o entrenamientos de larga duración, puede tener contradicciones, sobre todo cuando hay altas temperaturas.
La cafeína aumenta el flujo en la zona renal, incrementando la circulación de agua lo que da como resultado un efecto diurético que provoca deshidratación, sobre todo en personas que tienden a sudar más de lo normal.
Por otro lado la cafeína puede provocar efectos secundarios como ansiedad, nerviosismo, incapacidad para concentrarse, malestar gastrointestinal, insomnio irritabilidad, y con dosis más altas el riesgo de arritmias cardíacas y alucinaciones leves.
La cafeína también puede ser bastante atractiva, y causar síntomas menos agradables si intentas reducir la cantidad que consumes.
En conclusión hemos mostrado algunas ventajas y desventajas, pero en última instancia tú sabes lo que mejor funciona para ti.
Si te gusta usar la cafeína en tus paseos, entonces tienes más razones para hacerlo, si sientes que ganas algo por encima y más allá del disfrute utiliza esa ventaja.
Si por el contrario no te sienta bien, probablemente no necesites ese estímulo extra.
Cuéntanos en los comentarios lo que prefieres y si has tenido alguna experiencia particular sobre el tema.